¿Qué mejor forma de estudiar a las hormigas que introduciendo espías en su mundo? Un grupo de científicos norteamericanos y franceses ha logrado desarrollar un ejército de 200 robots en miniatura, que emulan el comportamiento de las hormigas reales. Los hicieron para averiguar cómo logran orientarse estos insectos sociales, cuando circulan por los laberínticos túneles que comunican las distintas zonas de sus nidos.
De acuerdo con un reporte publicado en “PLOS Computational Biology”, investigadores del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey (Estados Unidos) y del Centro de Investigación de la Cognición Animal (Francia); elaboraron este método para indagar también cómo hacen las hormigas para detectar diversas fuentes de alimento.
Para lograrlo, se seleccionó una especie de hormiga argentina (la “Linepithema Humile”), ya que se trata de una especie invasora. “La escogimos para este estudio porque, al igual que los robots, sus habilidades para orientarse dependen en gran medida de los rastros de feromonas, pues son prácticamente ciegas”, comentó al diario español El Mundo Simon Garnier, autor principal del estudio.
Dichos robots –apodados “alices”- dejan rastros que pueden ser detectados con dos sensores de luz que imitan la función de las antenas de las hormigas. Uno de los descubrimientos realizados por medio de este sistema es que los robots no necesitaron ser programados para identificar y computar la geometría de la red de bifurcaciones. Lograron navegar en el laberinto utilizando solamente el rastro de luz y deambulando de manera aleatoria.
Al inicio del experimento, cuando los caminos del laberinto no tenían ningún trayecto de luz, los robots adoptaron un “comportamiento explorador” moldeado con base en los patrones de movimiento de los insectos, los cuales se desplazan al azar pero en la misma dirección en general. Esto llevó a que los robots escogieran la ruta que se desviaba menos de su trayectoria en cada bifurcación. Si los robots detectaban un rastro de luz, lo seguían.
Las hormigas argentinas tienen problemas de visión y se mueven demasiado rápido como para tomar una decisión calculada de su dirección. El hecho de que los robots lograran orientarse en el laberinto de la misma forma que las hormigas, sugiere que no es necesario un proceso cognitivo complejo para navegar de manera eficiente en su sistema de búsqueda de comida.
“Esta investigación indicaría que una navegación eficiente puede ser lograda con el mínimo de habilidades cognitivas en las hormigas”, remarca Garnier y concluye: “también demuestra que las interacciones entre individuos (en este caso hormigas) y la estructura de su entorno (la forma de las redes de caminos en este estudio) juegan un papel crucial a la hora de modelar el comportamiento colectivo de los animales. (…) La geometría en las redes de transporte tiene un rol crítico en el flujo de la información tanto en las hormigas como en las sociedades humanas”.